San Antonio de Padua es conocido como el “santo de las casamenteras” el que protege a las mujeres solteras, les ayuda a buscar parajes y a recuperarlas.
Fue un santo de origen portugués, que prácticamente dedico toda su vida a la fe católica, su nombre verdadero era Fernando Martinis, fue el primogénito de Martin de Alfonso, un caballero portugués, quien era descendiente de la nobleza francesa.
San Antonio de Padua y su titulo de casamentero, esta relación nace como un mito popular en Europa, ya que si bien es cierto su historia no tiene que ver mucho con los matrimonios, en realidad la raíz de esta historia es muy confusa y la mismísima iglesia la desmiente, pero aun así, el credo muy popular a reconocido a San Antonio de Padua como el santo casamentero, y en muchos rincones del mundo hay muchas personas que acuden al el para hacer sus peticiones de amor.
Sin embargo, el creer en este santo te puede ayudar a conseguir pareja, a recuperarlo o hasta conseguir matrimonio, y es más firme que nunca durante su celebración católica que es el 13 de junio.
A pesar de ello no es necesario que esperes el mes de junio para poder rezarle y pedirle ayuda a encontrar pareja a este santo.
La popular tradición dice que para que efectivamente San Antonio de Padua te conceda una petición, tienes que realizar actos de bondad y desde el corazón, para que el espacio vacío que queda en tu corazón al entregar un poco de ese amor puro, pueda ser llenado por la persona que tanto deseas.
Es necesario y conveniente que, durante 7 días, antes de acostarte realices la siguiente oración:
“Tú que estas lleno de tanta gloria, amor, bondad y muchas virtudes que Dios te ha otorgado para que pudieras realizar grandes milagros para las personas de este grande universo.
Te aclamo hoy a ti, que eres bueno con todo aquel que te necesita, que eres piadoso con todo aquel que busca la felicidad de tener un amor ideal a su lado, tú que estas lleno de amor te imploro puedas concederme la dicha y la felicidad de poder encontrar a esa persona ideal, mi otra mitad, el complemento para mi vida, la pieza que me hace falta para armar mi mundo.
Te pido que me ayudes a encontrar esa alma gemela que espera por mí, que piensa en mí, preguntándose también en que parte del mundo estaré, pensando en que momento podamos unir nuestras mentes, nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nuestros corazones.
Yo sé que tú me escucharas y ayudaras a mis plegarias pidiéndole por mí al niño Jesús, con quien estuviste siempre y al Dios padre todo poderoso, que te brindo tantos dotes, de gloria y bendición y así mi alma encuentre la felicidad junto a mi amor eterno.Amén”.