La pequeña Ginnifer Mitchell, nació de forma prematura, el 5 de marzo de 2017 y los padres optaron por la sanación por medio de la fe.
La pequeña nació en la casa a las 32 semanas; los padres no la llevaron al pediatra, ni a una enfermera; el sustento, su fe ya que pertenecen a la Iglesia de los Seguidores de Cristo, fundada por el abuelo de la Madre de la Pequeña; dicha iglesia la cual que rechaza la atención médica y cree en la sanación por medio de la fe y si alguien fallese, es por voluntad de su Cristo.
Sarah ignoraba que esperaba mellizas y que su embarazo era de riesgo. Entonces al nacer las bebitas de forma prematura, empezaron a tener problemas para respirar, los padres optaron por llamar a sus compañeros de Iglesia, para que se juntaran a acompañarlos con oraciones, en vez de a un médico. Pero una de ellas no resistió, y fue Ginnifer quien murió.
Tras el deceso de la beba, por complicaciones por ser prematura; el responsable de la iglesia llamó a las autoridades para reportar una muerte. Fue entonces, que sin darse cuenta, tras la llegada de las autoridades, que su una hermanita Evelyn fue rescatada, de una habitación llena de los seguidores de esta Iglesia, que estaban rezando, y posteriormente fue internada y puesta a salvo.
Una corte de Oregon, finalmente halla culpables a Sarah y Travis, de "homicidio por negligencia y maltrato criminal" y condenados a 6 años y 8 meses, luego de que la pareja prefirió rezar por la salud de sus bebitas recién nacidas de forma prematura, en vez de llevarlas al médico.
Son la quinta pareja de la Iglesia "Seguidores de Cristo" que enfrenta cargos criminales por no haber buscado atención médica para sus hijos.