LA MENTIRA SOBRE EL LIBRE ALBEDRÍO






La expresión de el Libre Albedrío y hace referencia al albedrío del Dios y tan solo aparece una sola vez en la Biblia. No obstante, en el inconsciente grupo de los creyentes cristianos, existe la creencia de que los primeros humanos, que según el Génesis, trata de Adán y Eva, disponían de su Libre Albedrío. 

El cristianismo nos ha pretendido hacer creer que cada uno de los seres humanos, tienen la potestad de decidir acerca de su destino, disponer de su vida y tomar acción con respecto al mal y al bien, a una gentileza, un favor, un servicio, a lo adecuado o inadecuado de varias situación. 


La libertad mental para decidir, en alguna medida, se logra con mucha experiencia, madurez, con el conocimiento, las costumbres, los hábitos, la cultura, y sobre todo la plenitud de vida. Por esta razón los jovenes o los niños no son considerados sujetos apegos a las leyes, debido a su mucha falta de juicio, discernimiento que solo llegan con los años y sensatez. 

Sin embargo, es posible que ni siquiera en la madurez y ni en pleno uso de nuestras facultades seamos libres en ningún momento de la vida. 

Nosotros los seres humanos, no somos patrones de nuestra conformación, lo cual fue producto de causas expuestas, que dependió desde cuando nuestros padres se conocieron, se habla de la atracción, el enamoramiento que es algo totalmente fortuito. Nadie tien la potestad de elegir sus genes. Luego al momento de nuestra concepción, nuevamente entra en acción lo azaroso, incierto y fortuito. Esa lucha de los espermios por fecundar a cierto óvulo materno y desechar a los que son inoportunos por efecto del azar. 
Por lo consecuente, el llamado Libre Albedrío de los seres humanos, no pasa de ser una mentira nacida entre la mente primitiva de sacerdotes orientales, los cuales con escasos conocimientos sobre los procesos circunstanciales, físicos y biológicos de los humanos, decidieron que la decisión de un solo ser humano, Adán, podría dar por resultado, obligar al pueblo judío a la potestad de los sacerdotes, obteniendo así obediencia, sujeción y obediencia para ser reverenciados con dádivas y con sacrificios animales. 

Pero por desgracia esa pretensión fue difundida a occidente, a través de los creyentes. Y lo grave aquí, es que muchas personas siguen repitiendo cierta frase de libre albedrío, sin siquiera frenar y ponerse a pensar en lo que realmente significa.