Aproximadamente una cuarta parte del mundo posee leyes contra la blasfemia, y que consigue ser castigada con una multa o la pena de muerte.
En el año 2013, hubo un estudio realizado por La Unión Internacional Humanista y Ética (IHEU), siendo la muestra, trece países, la mayoría musulmana, donde se concluyó que el ateísmo es sinónimo de terrorismo y puede ser castigado con la pena de muerte.
Arabia Saudita, Afganistán, Mauritana, Nigeria, Irán, Maldivas, Pakistán, Qatar, Somalia, Sudán, Yemen y Emiratos Árabes Unidos. Son los países que conforman la lista de IHEU.
En general de los países que implementan estas leyes se hallan en el continente Africano, en el Medio Oriente y en Asia Pacífico. Pero en América Latina hay legislaciones contra la blasfemia, como es el caso de Bahamas.
Estados Unidos no cuenta con leyes contra la blasfemia a nivel federal, pero si existen legislaciones al respecto a nivel estatal en Massachusetts y Michigan.
En abril de este año, un hombre de 20 años, identificado como Ahmad Al-Shamri, fue condenado a muerte en Arabia Saudita por el delito de ser ateo.
El hombre, natural del pueblo Hafar al-Batin, en el 2014 publicó videos en redes sociales en los que criticaba reciamente al Islam y a Mahoma, su profeta. Entonces fue arrestado por cargos de ateísmo y blasfemia y llevado a prisión antes de ser condenado. En febrero de 2015, se dictó su sentencia de muerte.
En Arabia Saudita para los temas religiosos o el desprecio y marginación de las mujeres, hay estrictas leyes, desde puede ser penalizado con largos períodos de tiempo en prisión o con castigo corporal.
La situación Arabia Saudita, con relación a los de Derechos Humanos en ha sido fuertemente criticados por la ONU. Además de la persecución a ateos, las mujeres del país no pueden conducir vehículos, y apenas se les permitió votar en 2015.