En el Antiguo Testamento la relación de matanzas es muy brutal, existen violaciones y toda clase de aberraciones sexuales que hacen que el Juego de los tronos parezca una Sonrisas y lágrimas. Eran tiempos diferentes, pues claro que Yaveh era un Dios como se lo describia en aquella época, era brutal, vengativo, demasiado violento, sanguinario, y un digno representante del heteropatriarcado, como se menciona ahora.
Pero los primeros capítulos parece como que se apuntan a una historia bonita y romántica, con una pareja desnuda en un paraíso en el cual sólo hay que retozar y tambien amancebarse, luego de eso no se tarda en realizarse el primero de los crimenes:
Caín se atreve a matar al bueno de Abel tan solo por un “quítame allá” unas chuletas.
Dios saca su espada flamígera a la primera de cambio y aniquila sin tener piedad a los pecadores, ni a los recién nacidos o incluso algún vicioso onanista a lo que se les llama SIN DIOS.
Por otro, a lo largo de los 46 libros que están escritos en el Antiguo Testamento, Dios se pasa por la piedra a mas de 25 millones de personas, pecador arriba y pecador abajo, pero según los cálculos del escritor Steve Wells en su libro DRUNK WITH BLOOD.
Si bien es cierto que de esta cierta cifra tan sólo los 2,82 millones aparecen neta y literalmente citados en los libros sagrados existentes como víctimas de Dios, así que los demás 22 y pico millones restantes son estimaciones de Wells a partir de las citas biblicas bíblico.
En este caso ahí están incluidos, los 20 millones de personas que fallecieron durante el Diluvio Universal, lo que en aquel momento era prácticamente toda la Humanidad, solo con excepción de Noé, que disponía de toda la información privilegiada, su familia y un selecto grupo de animales vertebrados.
Y si ponemos en un concurso de serial killers pues ya se tiene un ganador, y gana Dios. Ya que es el tipo que masacró a todo el mundo sobre la faz de la Tierra y es el mayor asesino, superando a todos, se podría decir que sin duda es 100% imbatible.