Las autoridades suecas, buscando aumentar la eficiencia del trabajo, ahorrar fondos estatales y abrir nuevas oportunidades laborales; implantaron una prueba “reducción de horario”. Basándose en que, los trabajadores con un día laboral más corto “se sentirán mejor física y mentalmente”.
Mats Pilhem, el vicealcalde de Gotemburgo, ante el periódico sueco The Local.- , expreso que ya llego el tiempo de probar si esta estrategia realmente va a funcionar en Suecia. Haciendo el experimento y comparando, posterior a ello tomarian una decisión legislativa en firme extensible a todos los trabajadores”.
Los primeros en experimentar, fueron los trabajadores municipales de Gotemburgo, quienes participaran de una experiencia laboral que permitirá poner “a prueba” el sistema de seis horas diarias, cinco días a la semana, iniciativa de las fuerzas políticas de izquierda.
En una fábrica de automóviles, en Gotemburgo se llevó a cabo la experiencia y los resultados fueron alentadores según los empresarios.
Tras esta iniciativa, resaltaron fuertes críticas por parte de la oposición política a la izquierda, , acusando a Pilhem de hacer la experiencia precisamente cuando se aproximan las elecciones.
Los opositores, presentaron una iniciativa pidiendo al Ayuntamiento de Gotemburgo que finiquitara esa prematura prueba, argumentando que era injusto continuar invirtiendo el dinero de los contribuyentes en un proyecto piloto que no era económicamente sostenible.
Suecia, experimentó durante dos años las jornadas laborales de 6 horas, con trabajadores que tienen la oportunidad de mantener su salario completo pese a la reducción del horario. Concluyeron que fue demasiado bueno para ser verdad para algunas instituciones.
Como es el caso de los centros de salud, donde declaran que durante los primeros 18 meses del ensayo, las enfermeras que trabajaron menos horas, aumentaron su productividad, registraron menos licencia por enfermedad, reportaron mejores condiciones de salud y organizaron un 85% más de actividades para sus pacientes.
Pero en otras organizaciones pueden ser menos efectivas, donde los límites entre el trabajo y la vida privada no están tan claros, aumentando los niveles de estrés, donde los empleados tratarían de encajar todo el trabajo de ocho horas en seis. O podrían llevarse el trabajo a casa.