El término "ateísmo" ha adquirido un significado tan pasmoso. En los Estados Unidos ser ateo, es un impedimento perfecto para una carrera en política. Newsweek, tras una encuesta, concluye que solo el 37% de los estadounidenses votaría por un ateo para presidente.
El 87% de la población en los Estados Unidos hoy en día, afirma "nunca dudar" de la existencia de Dios; menos del 10% se identifican como ateos, y su reputación parece estar deteriorándose.
A menudo se cree que los ateos son pesimistas, exaltados, inmorales, entre otras muchas más. Pero la realidad es que los ateos a menudo se encuentran entre las personas más inteligentes y científicamente alfabetizadas en cualquier sociedad, por ello desinflaremos algunos los mitos que los imputan.
Los ateos creen que la vida no tiene sentido.
Los ateos están seguros de que la vida es preciosa y tiene que ser vivida real y las relaciones con aquellos que amamos son significativas ahora y no necesitan vivirlas para siempre para que sea así. Por el contrario, las personas religiosas se preocupan de que su vida no tenga sentido e imaginan que solo puede ser redimida por la promesa de la felicidad eterna al morir.
El ateísmo es responsable de los mayores crímenes en la historia de la humanidad.
Las personas religiosas afirman que los crímenes de Hitler, Stalin, Mao, entre otros fueron por la incredulidad en un Dios. La verdad es que esos crímenes no fueron ejemplos de lo que ocurre cuando los seres humanos rechazan el dogma religioso; sino son ejemplos de dogmas políticos, raciales y nacionalistas descarrilados. El problema con el fascismo y el comunismo, es que son dogmáticos hasta el núcleo y en general dan lugar a cultos de personalidad que son indistinguibles de los cultos del culto al héroe religioso.
El ateísmo es dogmático.
Un ateo es una persona que piensa que no se tiene que tomar nada por fe, o ser dogmático, para rechazar las creencias religiosas injustificadas. Como dijo una vez el historiador Stephen Henry Roberts (1901-1971): "Sostengo que ambos somos ateos. Solo creo en un dios menos que tú. Cuando entiendas por qué desestimas a todos los demás dioses posibles, entenderás por qué Yo rechazo el tuyo".
Los ateos ignoran el hecho de que la religión es extremadamente beneficiosa para la sociedad.
Pregúntense, que es más moral, ayudar a los pobres por la preocupación por su sufrimiento, o hacerlo porque piensas que el creador del universo quiere que lo hagas, te recompensará por hacerlo o te castigará por no haberlo hecho.
Es por eso que tenemos términos como "ilusión" y "auto-engaño". Hay una profunda distinción entre un engaño consolador y la verdad.