España es considerada de tradición católica, se sabe que aproximadamente desde la década de 1970, para los juramentos de posesión de los ministros, siempre había una Biblia y un crucifijo sobre la mesa.
Tras adquirir el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso. El líder de los socialistas españoles fue elegido como nuevo jefe del Ejecutivo español.
Pedro Sánchez, del Partido Socialista, es el séptimo presidente de la democracia y el primero en la historia de la democracia española, en prometer su cargo sin símbolos religiosos. La Biblia Sagrada no formó parte del juramento de posesión, solo un ejemplar de la Constitución de España.
La ceremonia fue en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial del rey en las afueras de Madrid. Donde el primer ministro, rompió el protocolo al desestimar los símbolos cristianos y juró lealtad sólo en la Constitución. Este gesto fue viral en redes sociales.
Durante la ceremonia, Sánchez prometio, que cumplirá con las obligaciones del cargo de presidente, con lealtad al rey, y guardara la Constitución como norma fundamental del Estado, además mantendrá el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros.
El actual Primer ministro se define como ateo y defensor de que su país sea un estado laico, y con ideas de retirar la obligatoriedad de estudiar la religión en los colegios públicos y además de revisar el Convenio con el Vaticano.
Un reportaje de El Periódico Global “El País”, en el 2017, informa que España cada vez hay menos católicos y con más ateos. Explica que "cada vez un mayor número declara no profesar ninguna religión; Uno de cada cuatro españoles se declara ateo o no creyente; otro grupo, se identifican como católicos, aunque la mayoría afirma que no va nunca a la Iglesia.