Una prueba de la inexistencia de Dios: la extinción de los dinosaurios.



1.- Antecedentes científicos

En la década de 1970 se descubrió el gigantesco cráter de Chicxulub, creado hace 66 millones de años por la colisión de la Tierra con un asteroide del tamaño del actual monte Everest.

El enorme impacto lanzó una gran cantidad de polvillo a la atmósfera, el cual envolvió al planeta bloqueando la luz solar durante meses. La consecuencia más conocida fue la extinción de los dinosaurios, que habían existido durante 160 millones de años, más o menos.

Se ha encontrado una fina capa de iridio de esa misma época rodeando el planeta. El iridio es mucho más abundante en los asteroides que en la superficie de la Tierra, porque debido a su gran peso se hundió durante la formación del planeta. Bajo la capa de iridio se encuentran muchos huesos de dinosaurios, pero sobre ella no hay ninguno.



Recreación artística del impacto de Chicxulub.
Durante el año 2016 se hicieron perforaciones en el centro del cráter hasta varios cientos de metros de profundidad, encontrando evidencia coherente con la extinción masiva. Más aún, se encontró que la extinción no se habría producido si el impacto hubiera ocurrido segundos antes o segundos después, porque el asteroide habría caído en las aguas profundas del Atlántico o del Pacífico, y no habría lanzado tanto polvillo a la atmósfera.


Los dinosaurios habían coexistido con pequeños mamíferos durante unos 100 millones de años, los cuales sobrevivían escondiéndose en sus madrigueras, probablemente aterrados por las pisadas de los gigantes. En esa época les convenía ser pequeños. Los más grandes eran presas más atractivas, y tenían más dificultades para encontrar refugio.



Una vez que se normalizó la atmósfera, los animalitos salieron de sus escondrijos a un planeta nuevo, sin monstruos. Para muchos de ellos ahora era más conveniente ser grandes; la selección natural los hizo crecer y diversificarse. Algunos millones de años después surgieron los primeros primates, y hace unos 200 mil años, la especie humana.

Dada la abundancia y distribución de tamaño de los asteroides que rondan por el Sistema Solar, impactos como el de Chicxulub son normales en intervalos de decenas o cientos de millones de años. Son esperables. Son eventos naturales.


2.- Relación con la existencia de Dios

¿Cómo se puede compatibilizar la evidencia anterior con la obra de un ser superior interesado en crear a los seres humanos?



a) Intervención: Dios desvió al asteroid

¿Esperó Dios 13.800 millones de años hasta que se dieron las condiciones adecuadas y le dio un golpecito al asteroide para que 66 millones de años después surgieran gradualmente seres a su imagen y semejanza capaces de amarlo?

¿Que no era omnipotente?

¿Por qué no creó todo de una vez, como informa el Génesis?

Si intervino de esta forma para crearnos, si extinguió a propósito a los dinosaurios para que los pequeños mamíferos pudieran crecer y dar origen a la especie humana, claramente quería que pareciera un evento natural; no quería ser detectado.



b) Programación: Dios es un fantástico ingeniero y programó todo desde un principio 

Desde 2004 tenemos imágenes bastante detalladas del universo muy poco tiempo después de su inicio (CMB). Si escalamos la edad del universo a la de una persona longeva (100 años), las imágenes equivalen a las fotos de un bebé de 1 día de edad.

En esa época el universo era una masa uniforme de plasma con una temperatura media de unos 3.000 °C y pequeñísimas desviaciones, del orden de 1 parte en cien mil, originadas –probablemente- por fluctuaciones cuánticas durante la fase inflacionaria inicial.


Esas ínfimas variaciones permitieron que, tras cientos de millones de años, la gravedad aglutinara los átomos livianos (hidrógeno y helio), formando estrellas y galaxias.

Las estrellas crearon los átomos pesados y los lanzaron al espacio cuando explotaron.

El Sol es una estrella de tercera generación que contiene escombros de dos generaciones previas. Nosotros estamos hechos de esos escombros.

¿Realmente pudo estar todo este proceso planeado desde el principio?

¿Esperaba Dios que esas pequeñísimas irregularidades en el CMB formarían estrellas que después iban a estallar y formar otras… y otra vez lo mismo pero ahora orbitadas por unos 100 protoplanetas que, tras millones de impactos, se iban a reunir hasta formar un planeta a la distancia adecuada de su estrella… y luego a esperar más de 4 mil millones de años para que el bendito asteroide liquidara a los dinosaurios, y otros 66 millones más para que finalmente surgieran sus "amados hijos" a su "imagen y semejanza"?

Más aún. 



Huellas de impactos en grandes asteroides.
El asteroide de Chicxulub debe haber deambulado durante millones de años por el sistema solar, recibiendo múltiples impactos de rocas más pequeñas. Vemos evidencia de esos impactos en grandes asteroides fotografiados recientemente.

Esos golpes modificaron la trayectoria del gran asteroide en sólo fracciones de segundo de arco, pero esas ínfimas desviaciones, actuando durante millones de años, pusieron al asteroide en rumbo de colisión con la Tierra.

Nuestra existencia como especie puede deberse (entre muchísimos otros eventos imprevisibles en el instante inicial) al impacto remoto de una piedra del tamaño de un balón de fútbol con el asteroide de marras.

Sin ese golpecito, probablemente los dinosaurios seguirían dominando la Tierra, y los seres humanos no existiríamos.

Planificar una sucesión de fenómenos caóticos como esos con la precisión requerida 14 mil millones de años antes es una imposibilidad matemática.


c) La guinda de la torta

En resumen, la interpretación natural del impacto de Chicxulub es mucho más plausible que la de una intervención o la de una programación.

Pero si no creemos en este dios omnipotente que creó el universo para nosotros, y que nos creó a nosotros, a pesar de que observamos que somos el producto de un proceso natural, no guiado ni planeado, ¡seremos castigados por toda la eternidad!

Según los curas, pastores, clérigos y otros (supuestos) voceros suyos, tenemos que creer a pesar de toda la evidencia en contrario. Dios nos pide que no usemos la razón que él mismo nos dio, o nos condenará al sufrimiento eterno. Tenemos que tener fe y creer lo que ellos dicen.



Pero también nos informan que Dios es justo y bondadoso, y que nos ama como a sus hijos.

Es decir, un dios justo y bondadoso crea a sus amados hijos por medio de un proceso a todas luces no guiado, y luego los condena por creer en lo que ven, en la evidencia.

¿Y después nos dicen que no podemos negar la existencia de este dios usando la ciencia?