LA CIENCIA TAMBALEA LA EXISTENCIA DE DIOS



No tenemos que justificar la fe, solo respetarla siempre y cuando no intente explicar lo que no se entiende. 

Con respecto a Dios, hay cosas que se hablan y afectan. Como por ejemplo, en el Credo católico se dice: “Jesucristo, hijo único de Dios, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre”. La imagen monoteísta de un Dios creador, incluyendo a la Trinidad cristiana, pasa por la clave de que Dios no se ha creado a sí mismo. Muy aparte de que esa creencia es parte de la fe religiosa, se debe profundizar la frase desde la perspectiva del lenguaje y la lógica. La verdad es que suena como un sinsentido. 

Si se supone que Dios no se ha creado a sí mismo, es algo que no se ha creado a sí mismo y, por tanto, como Dios ha creado todas las cosas que no se han creado a sí mismas, entonces se ha creado a sí mismo, en contra de cierta hipótesis. 


sin embargo, ¿esto quiere decir que, muy aparte de que no tiene sentido la frase “Dios no se ha creado a sí mismo”, éste no existe? , pues no. Esto sólo quiere decir que expresamos muchas cosas que no tienen sentido, que no entendemos, que chocan con la razón. 

Para el que no cree, Dios es un producto de la mente humana, como parte del lenguaje, un producto social. Pero para el creyente la existencia de Dios es su fe. 

Actualmente el creacionista y su intento, de explicar, a partir de la fe, lo que todos no comprendemos del mundo, incluyéndonos a nosotros mismos, aunque fuese real, no puede ser válido para un científico, ya sea creyente o no creyente, que ha de haber en esa explicación un atajo inadmisible. 

Ahora lo que aún no se entiende, hay que intentar entenderlo alcanzando nuevo conocimiento, ¿habrá que decir científico? . Sin atajos, sin violar la razón. Desde el “Epur si muove” galileano hasta la actualidad, han pasado más de cuatro siglos en los que la ciencia sigue su camino, siempre preguntándose antes de todo y siempre volviendo a preguntarse silo que contesto no concuerda con lo que se observa del todo mundo . 

En fin no hay que justificar la fe sino que simplemente hay que respetarla, pero siempre que no se intente explicar con ella lo que aún no se entiende. Si no se puede entender ni explicar la fe, no es bien recibido el que se pretenda entender y explicar. Se puede ser científico de prestigio, creyente y evolucionista, pero el propósito aquí no es ganar acólitos para el ateísmo, sino tan solo el propósito es tan solo despertar la fe.